Argumento:

Aurora no puede decirle a nadie a qué se dedica, pero su profesión es capaz de cambiar la vida de cualquiera que le rodea. Su voz entra en los hogares de toda España a través de las ondas. El consultorio de Virtudes Leo da voz a todas aquellas personas que desean ser oídas en una España de posguerra a las puertas de la democracia. Una España donde todo da miedo, donde aún sigue el miedo en las calles, pero en la cual la gente suspira por salir de eso, y se afana a las ilusiones y se sienta delante de la mesa camilla a autoengañarse con que siempre habrá alguien peor (o así lo transmiten las cartas de los lectores que escriben a diario al consultorio de Virtudes Leo) Ese consultorio que no deja de ser una ficción, en el cual solo se dejan emitir aquellas cartas que el patrocinador estima son oportunas.

Cuánta gente habrá querido que se leyera su carta pero  no estaba a la altura de la "felicidad" que quiere transmitir el que paga... Hasta que Aurora se decide y lee en voz alta y pone voz a una mujer en busca de destino. Y se unen todas las historias, incluida la propia historia de Aurora.

Un homenaje al consultorio de "Elena Francis" y una nostalgia de optimismo hacia la nueva vida que todos deseamos emprender.

Gooseopinión:

¡Qué historias tan bonitas y a la vez tan tristes! Y no hace tanto de esto que nos cuenta Ángeles, pero qué lejos se ve todo aquello con la entrada de las nuevas tecnologías. Ya nadie se sienta delante de la radio a escuchar nada, ya nadie apenas escribe cartas, ya nadie cree en que puede llegar un golpe de suerte y cambiarte toda tu vida.

Escrito con una sensibilidad extraordinaria, en estas páginas nos encontramos desde primeros amores, amores frustrados, matrimonios infelices, vecinas entregadas, gente de pueblo, gente de ciudad, viajantes, locutores, empresarios ambiciosos... todo tiene cabida, y a todos les une la misma voz: La voz de la locutora Virtudes Leo (Elena Francis sin lugar a duda!)

Cuatro historias entrelazadas que pueden derivar en muchas más: la madre de familia abnegada a un marido que no la tiene en cuenta, los primeros amores adolescentes, las inseguridades de no ser como el resto de la gente, la soledad del comerciante que ha dejado pasar su vida por obtener un buen puesto de trabajo, las confesiones a las vecinas, esas que de tanto han conseguido ser amigas, y la vida; ver pasar la vida por delante de un micrófono y leer día tras día los avatares de aquellos que escriben como último recurso, como un escape a sus rutinas.

Nos encontramos en los días de las primeras votaciones, cuando España entra por fin en la Democracia, pero todo sigue como antes, igual que antes, deberán pasar muchos años más para que una mujer pueda zafarse de un marido maltratador y no ser juzgada, ni por él ni por la sociedad.

Una novela nostálgica pero real como la vida misma, en la que nos hace darnos cuenta de lo rápido que ha pasado todo, lo banal que ha llegado a ser esta sociedad y lo vacíos que podemos estar en algunos momentos. Te llega a poner los pelillos de erizo en algún momento de su lectura, pero es precioso leer como las ilusiones se planteaban en cartas, dibujos, como la gente se decía ls cosas a la cara, como se quitaba los miedos a base de decepciones.

Ojalá se recuperen el buen hacer de escribir cartas, de mirarnos a los ojos y decirnos cara a cara los sentimientos que nos atañen.