Epistolario general de Miguel Hernández

15.02.2019

Autor: Jesucristo Riquelme

Editorial: Edaf

Número de páginas: 1152

ISBN: 9788441439306 

Valoración: ✰✰✰✰✰

Argumento:

El profesor Jesucristo Riquelme ha sido el encargado de confeccionar esta edición revisada, corregida y ampliada de la correspondencia escrita por el poeta oriolano Miguel Hernández.

En más de mil páginas se reúnen alrededor de quinientas cartas de importantísimo valor para recrear y comprender la vida del principal poeta de la primera posguerra. Si bien la mayoría de las cartas van dirigidas a josefina Manresa, su novia y después su esposa, también se documentan muchas otras a Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Pablo Neruda, Carmen Conde, José Bergamín o el mítico Ramón Sijé.

La edición del "Epistolario general" de Miguel Hernández cuenta también con un prefacio a cargo de Carlos R. Talamás.

Gooseopinión:

No es una empresa fácil recopilar, estudiar y cotejar el denso epistolario que escribió Miguel Hernández a lo largo de su vida (que, aunque corta, fue prolífica). Sin embargo, dos expertos hernandianos como Jesucristo Riquelme y Carlos R. Talamás demostraron con su edición de las "Obras completas" del poeta alicantino que nada se les podía escapar. Ahora la editorial Edaf presenta una edición del "Epistolario general" que viene a complementar aquellas obras completas: los dos volúmenes juntos se han convertido en el paraíso de todo estudioso de la poesía de posguerra.

Ordenadas no por destinatario, sino por orden cronológico, las cartas que conforman el "Epistolario general" de Miguel Hernández fueron escritas entre 1930, antes de su primer encuentro con Josefina Manresa, y 1942, año de la muerte del poeta en prisión. Doce años recopilados en más de mil páginas que abarcan prácticamente toda una vida: se inician en los viajes del poeta a Madrid, donde pretendía inserirse en los círculos culturales (no lo consiguió, pero se llevó amistades fieles y eternas, como las de Vicente Aleixandre, José María de Cossío o el chileno Pablo Neruda, que se encontraba de visita en la península). La muerte de Ramón Sijé (anagrama de José Marín) en 1935 es el punto de inflexión más determinante en el epistolario: a partir de ahí, ya nada vuelve a ser lo mismo.

Pocos meses después (Sijé muere en diciembre) cobra inicio la Guerra Civil, que catalizaría la movilización política de Miguel Hernández. no tardaría en alistarse al bando republicano, al tiempo que se afiliaba al Partido Comunista Español. durante los casi cuatro años que dura la guerra, la gran mayoría de las cartas van dirigidas a Josefina Manresa, la novia que adquiere con la distancia la consideración de "midons" o de Laura petrarquista. no creo arriesgado afirmar que algunas de las cartas que se intercambian son las más tiernas, sensibles y románticas que se pudieron escribir en el siglo XX en España. En cualquier caso, su felicidad se ve truncada cuando Miguel Hernández, tratando de llegar a Sevilla a través de Portugal, es apresado por las tropas de Salazar y entregado al régimen franquista.

El tono que adquieren entonces las cartas es otro distinto, mucho más sombrío, igual que el que diferencia las "nanas de la cebolla" de "El rayo que no cesa". La desesperación del poeta al escribir a Cossío o a Rosales, poetas y amigos que podrían ayudarle, se une al sufrimiento de su esposa, que se ve obligada a llevarle la poca comida de la que disponen ella y su hijo. Miguel Hernández muere en marzo de 1942, tras haber intercambiado correspondencia con algunos de los poetas más notables de la España del momento (como Lorca, Aleixandre, Neruda) o compañeros de generación (José Bergamín, Luis Rosales)

Sirven estas cartas no solo para conocer la dimensión biográfica, personal y humana de Miguel Hernández, pastor y poeta, sino también para conocer sus inquietudes y sus intereses literarios. Así, muchas cartas dan cuenta de sus lecturas (como Machado, Rosalía, Campoamor o Espronceda) y otras tantas reflejan su admiración por Juan Ramón Jiménez y por Gabriel Miró. De hecho, las notas que se acompañan a las cartas en esta magnífica edición son de gran ayuda, a pesar de su extensión volumen, para conocer a uno de los poetas indispensables en la tradición hispánica.