Happy Jane Austen Day!
A esta le siguieron Mansfield Park (1814), Emma (1815) y Persuasión y Northanger Abbey que vieron la luz a finales de 1818.
Su prematura muerte le impidió terminar obras como The Watsons o Sanditon.Su obra literaria, inundada de comicidad, realismo (el lector se identifica fácilmente con los sentimientos, las preocupaciones y las situaciones de sus personajes) y crítica a las diferencias sociales y de género del periodo Regencia que le tocó vivir, ha sido decisiva para la educación liberal de la mujer
El universo austeniano retó las convenciones socialmente impuestas por la burguesía rural inglesa, ofreciendo, con gran psicología femenina, una mirada distinta: un matrimonio ventajoso no podía ser el único objetivo de la mujer para asegurarse un estatus social y el bienestar económico.Austen defendía que el matrimonio no era la única solución en la vida de una mujer (y, por tanto, una obsesión), sino una posibilidad más. De hecho, aunque no le faltaron ofertas, ella nunca se casó.
Las novelas de Austen son una ventana abierta a la sociedad británica en el tránsito del siglo XVIII al XIX, repleta de convencionalismos y verdades universales a los que se somete la mujer: la educación en casa, la dependencia económica de un hombre y el matrimonio como una meta.
Sin precedentes literarios, el arte de esta escritora reside en su minuciosa descripción de la cotidianidad con frescura y un lenguaje claro, rápido y ameno. Pero, tras las historias de la gente corriente que sucedían en sus novelas, se escondía mucho más.Austen se vale de sus heroínas (Elinor, Elizabeth, Emma, Fanny, Anne, Catherine...) para hablarnos, con un toque de ironía mordaz, de la hipocresía social, del clasismo, de la importancia dada al dinero en las relaciones humanas, del mercado matrimonial para la mujer por causa del mayorazgo del hijo primogénito, del amor fraternal y de la amistad.
Sus protagonistas tienen sentimientos, se rebelan, tienen derecho a ser independientes y a no casarse por interés, sino por amor a lo Bridget Jones.
La mujer austeniana es inconformista, piensa por sí misma, tiene unos grandes deseos de vivir y nadie ni nada puede limitar sus elecciones vitales. Estos mensajes tan sabios que nos dejó hace más de doscientos años son tremendamente actuales.
Gracias por tanto, Jane, solo te culpo por mis altas expectativas en cuanto a los hombres.