La senda del corredor

13.04.2016

Autor: Adharamand Finn

Editorial: Ediciones B

Número de páginas: 312

ISBN: 9788466659161

Valoración: ✰✰✰✰✰

Argumento:

Finn es un corredor aficionado que durante el año 2001 experimentó en su propio pellejo el entusiasmo que existe detrás de una de las competiciones con más seguidores que existen el Japón: El Ekiden.

Años después y tras haber publicado "correr con los keniatas" se impone el reto de descubrir el porqué de tantos seguidores de Ekiden en Japón y por qué es algo tan desconocido para el resto de las culturas.

Durante más de 6 meses se instala con toda su familia en una cultura ajena a la suya; ellos son británicos y pueden aprender, además de lo distinto de ambas culturas, el cómo el deporte de élite puede ser tan extremadamente disciplinado y a la vez tan divertido y diverso que en el resto de los países.

Un recorrido por la cultura, no solo deportiva, de Japón y sus gentes, tanto corredores como espectadores (verdaderos protagonistas de los Ekiden)

Gooseopinión:

Como corredor aficionado y autor del libro "Correr entre Keniatas", una fría mañana de año nuevo en Japón y después de una tremenda resaca, Finn, sin saber muy bien donde se dirige junto a su hermano, se encuentra en mitad de un Ekiden (una prueba atlética de maratón de relevos famosa en todo Japón).

Absorto con las ideas confusas en cuanto a cómo y de que va todo eso se propone averiguarlo y años después se traslada con toda su familia (esposa y 3 hijos de diferentes edades) a un país totalmente diferente a lo que están acostumbrados en su día a día.

Si es cierto que una experiencia parecida es la que vivió mientras se documentaba para escribir "correr entre keniatas" (donde evaluaba el éxito de estos atletas en todas las disciplinas deportivas) pero su estancia en Japón le va hacer tambalear toda su percepción de lo que le rodea.

Nos da cuenta, Finn, en este particular viaje al mundo del running japonés, que todo en Japón es cultura. Ya que en la prueba de Ekiden no solo participan los atletas, si no que mueve a las empresas para las cuales estos atletas trabajan y a toda la comunidad, siendo uno de los eventos más televisados y por los cuales se para, literalmente, la vida en los momentos que se producen.

Narra como de querer participar como sea en la competición, y viendo las trabas que para ello va a suponer su periplo, finalmente se conforma con haber averiguado que es más allá de una simple carrera (maratón de relevos en este caso), que todo tiene un desarrollo y que no solo es llegar y proponérselo que el proceso en sí ya es el entrenamiento y la sabiduría necesaria; que la preparación para esta prueba es en sí la superación de la misma.

Para llegar a estas conclusiones ha tenido que vivir experiencias con corredores normales, participantes de carreras y runners aficionados. Con equipo de profesionales, se ha inmiscuido dentro de la vida de los monjes de los 1000 maratones. Ha vivido una semana de entrenamiento con un equipo de  universidad y club de running. Se llegó a interesar por la vida en Japón de un equipo de corredores estadounidenses... Hasta bien entrados los 6 meses de estancia en Japón no le dejaron participar de los entrenamientos de un verdadero equipo Ekiden de empresa (su propósito inicial); llegó incluso a intentar formar su propio equipo y así, sin ninguna otra traba, formar parte de la competición...

Todas estas aventuras están siempre acompañadas de datos técnicos de atletas, fechas de maratones y sobre todo, tanto a nivel deportivo como a nivel personal nos sumerge dentro de la estricta cultura japonesa.

Lo que para cualquier otra persona ciudadana del mundo puede suponer una simple anécdota, para la cultura japonesa puede llegar a ser una falta de respeto, por lo que en más de una ocasión, se ve inmiscuido en montones de situaciones de las cuales le tiene que sacar su amigo Max, compañero infatigable de aventuras en su estancia japonesa, a la vez que traductor.

Se plantea muchas veces dejar la investigación, pero sus ganas de correr en la prueba le animan a seguir adelante, incluso el choque de culturas de su familia en el día a día le hace replantearse el porqué de esta aventura...

Continuamente compara la competición de los japoneses y sus métodos con el de los keniatas, material para ello tiene, desde luego, incluso se atreve a hacer una dura critica a los competidores estadounidenses donde prima más la individualidad que la práctica global y grupal del equipo, que es el espíritu japonés del Ekiden.

Se lee con mucha facilidad, aunque a veces se hacen pesados tantos datos técnicos y nombres de atletas y competiciones mundiales, pero lo que más he echado de menos la mayoría del tiempo, los momentos en los que dialogan, que muchas expresiones japonesas no están traducidas y te quedas con la duda inicial de qué ha querido decir y te toca tirar de traductor...

Por lo demás es un libro bastante interesante ya que muestra además de la cultura japonesa y su afán de grupo, muchas partes de esta cultura en general tan desconocida y tan fascinante para el mundo occidental y que tanta falta no está haciendo.