Las chicas malas besan mejor
Autor: Elie Grimes
Editorial: Suma de letras
Número de páginas: 368
ISBN: 9788491292272
Valoración: ✰✰✰✰✰
Argumento:
Zoey es una treintañera que después de una decepción amorosa decide centrarse en su empresa de catering, en divertirse con su peculiar pandilla (formada por su amigo de infancia/adolescencia, su particular hermano y su amiga/compañera de trabajo) y relajarse en casa con la compañía de su gato Sushi (que gato no se desquiciaría con un nombre de pescado?)
Toda su aparente tranquilidad dará un vuelco cuando el crítico de cocina más influyente de Manhattan ha decidido seguirla por todos los eventos a los que es invitada, incluyendo el aniversario de bodas de sus padres cuyo catering le ha encomendado su madre para, según palabras de Zoey, poder criticarla con conocimiento de causa.
La cocina de Zoey (heredada su afición por parte de su abuela Nana) no te va a dejar indiferente y empezarás, quizá, a ver a tu amigo de toda la vida con otros ojos.
¿Saldrá victoriosa y con el corazón indemne después de despertarse desnuda al lado de su mejor amigo la mañana después?
Gooseopinión:
Una novela ágil que te enganchará desde el primer párrafo y que se lee con suma facilidad. Ideal para amantes de comedias de enredo, tipo Friends, o Bridget Jones (sin caer en el patetismo de esta última). Unos personajes muy bien definidos y una trama muy entretenida sin ninguna otra pretensión que no sea sacarte una sonrisa o incluso verte identificada con alguno de ellos.
Una narrativa fácil de leer como la premisa de "las chicas buenas van al cielo, las malas a todas partes" (frase atribuida a Mae West, y bien trillada en el libro del mismo nombre del autor Ute Ehrhardt). Lo he leído en una mañana, y la verdad, me ha dejado una sonrisa en la cara, con las situaciones de enredo que se ve envuelta la protagonista y el plantel de secundarios que le acompañan.
No es un libro para filosofar ni para quedarte pensando después, pero sí para dejarte ir un rato y sonreír con algunas de las ocurrencias de la alocada Zoey y su compañera Sally recordando hazañas de adolescencia y viviendo la vida como si no existiera un mañana.
Perfectamente puede servir como base de un capítulo de Sexo en Nueva York (por ejemplo) o como guion de una comedia ligera para acelerar corazones adolescentes con los macizorros de turno.
Con un tono muy parecido, pero no tan ácido, al que podemos estar acostumbrados los lectores de David Safier o Marian Keyes y unas situaciones cotidianas en cuanto a relaciones con la familia, la pareja, los amigos y los compañeros de trabajo, creo que es una novela fresca para relajarte por la noche antes de ir a la cama, o para leer a la hora de la siesta.