Seño ¿Sabes qué?

27.03.2020

Autor: Rocío Sepúlveda

Editorial: Anaya multimedia

Número de páginas: 192

ISBN: 9788441542563

Valoración: ✰✰✰✰✰

Argumento:

Rocío Sepúlveda, más conocida por sus alumnos como "La Seño" (personaje virtual creado para compartir su visión particular del mundo de la docencia) traslada al papel las frases, ocurrencias y anécdotas que se encuentra en su día a día como docente de peques de entre 3 y 7 años.

Durante 192 páginas y gracias a @oberónlibros nos vamos a encontrar con anécdotas infantiles, reflexiones de la vida diaria escolar, divertidas conclusiones de los peques y sus docentes, humor gráfico, frases motivadoras y buenrrollistas, pero sobre todo mucho, mucho amor; todo contado y aderezador con mucho, mucho sentido del humor, ah! y unas preciosas ilustraciones a cargo de Marco Leal.

Gooseopinión:

Quienes hemos trabajado con peques, e incluso quienes tienen peques, saben que de su boca puede salir cualquier cosa.

Rocío Sepúlveda, como docente desde 2016, lo sabe de buena tinta y nos da debida cuenta de ello en estas páginas que no hace falta que leas en orden, ya que no tienen tal, ni de golpe, puesto que puedes acabar ahogado de las risas que producen.

Con un diseño super Kawaii (que dirían mis hijas) y colorido hasta decir basta gracias a las ilustraciones de Marco Leal (de quien no he podido averiguar mucho) es un libro cargado de felicidad (la que proporcionan los más tiernos infantes -son inocentes frases y reflexiones de criós de entre 3/7 años) lleno de inocencia pura (que da pena que se les termine, puesto que pasadas esas edades, sus afirmaciones y demostraciones de cariño empiezan a ir por otros derroteros) lo que podrás entender solo si has vivido en tus carnes esas experiencias.

Aunque no está distribuido de una manera ordenada, más o menos se puede delimitar en 60 anécdotas escritas con un texto extenso; 15 textos de "benditos por..." (opiniones reales de la autora), 34 láminas de "seño, ¿sabes qué...?; 19 afirmaciones de lo que es la docencia (cargadas de un humor ácido, verdadero y sarcástico); 12 rotundas y contundentes afirmaciones típicas de docentes (si, yo también...) ideales para ajustar la frase de "mal de docente, consuelo de otros..." donde sí que e aplica únicamente el humor docente, y quien viven de ello se darán cuenta; 17 láminas con frases típicas de niños (esto aplica tanto para docentes como padres) y un alegato final que hace que se salten las lágrimas, de emoción, recordando esos momentos vividos.

para que os podáis hacer una idea de lo que incluye, hay una descripción buenísima de lo que podría ser el origen de la expresión "plantar un pino" (con su consiguiente definición gráfica) de ahí en adelante no puedo contar más al respecto... es un libro para descubrir.

Exceptuando lo típicamente relativo a la docencia, es un libro con anécdotas que bien se pueden extrapolar al rol de padres (de la misma manera que los docentes expresan ..."hoy están de lunes", "hoy están de viernes"... los padres decimos "que ganitas que llegue el lunes..." o en mitad de verano "a ver si llega septiembre y empieza el colegio") porque en el fondo ¿Qué son los docentes sino una extensión de los propios padres?, todas ellas con frases con una tipografía de letra que se lee en un santiamén y al que te puedes acercar en cualquier momento.

Me he reído, me he sentido identificada en muchas de las ocurrencias (tanto de cuando estaba "en mi cole" como de cuando mis peques eran mas peques) pero sobre todo he encontrado un libro lleno de amor a esas criaturas, y lleno de amor a una profesión que es vilipendiada, y muchas veces menospreciada con la que deberíamos empatizar y ponerse en su pellejo para saber que dan amor del bueno que a su vez es retribuido con lo mejor que puede haber: la inocencia y sabiduría de los más pequeños.

Quizá algún padre se haya dado cuenta del cariño con el que hacen su trabajo estos tres meses que nos ha tocado a los progenitores hacer de docentes más tiempo del que nos hubiera gustado y empecemos a tratar con un poco más de respeto esa profesión; ya que de ellos depende en mucho los conocimientos, el respeto y educación (aunque eso debería llegar aprendido de casa) que nuestros vástagos reciben desde su más tierna edad.

Recomendado 100% para padres, docentes y aquellos que aún no saben lo que es dedicarse de verdad a un trabajo que es 100% vocacional, pero que con frases, anécdotas y momentos como los que te encuentras en este libro son lo necesario para que se queden en tu corazón de por vida.

La única pega que le puedo poner, es que no ofrezcan más datos del autor de las ilustraciones, porque son realmente maravillosas.

Y es que, las mejores historias comienzan con un: "Seño, ¿sabes qué?"